viernes, 23 de septiembre de 2011

El sindicato policial de Tarifa cuestiona la ampliación del horario de los bares


La UPLT sostiene que los locales de ocio pueden cerrar más tarde con autorización municipal sólo en épocas concretas y no todo el verano · Los agentes dicen que la práctica llama al turismo "de desmadre"

El sindicato Unión de la Policía Local de Tarifa (UPLT) considera un error la ampliación en una hora del horario de cierre de los locales nocturnos acordada por el equipo de Gobierno durante la temporada veraniega. El sindicato cursó recientemente ante el Registro General un escrito dirigido al alcalde, Juan Andrés Gil, al que ha tenido acceso este periódico donde se analizan las consecuencias de la decisión y se concluye que ha originado "más perjuicios que beneficios". Desde el sindicato policial se señala también que la ampliación de los horarios de cierre de los locales de ocio regulados por la Ley 13/99 (de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas) ha generado durante el verano numerosas quejas y denuncias tanto verbales como por escrito de los vecinos.

Antes de la ampliación se establecía que para un bar con derecho a música los horarios de cierre fueran hasta las tres de la madrugada de domingo a jueves y durante el viernes, sábado y vísperas de festivos, hasta las cuatro. Con la autorización municipal se incrementó en una hora más durante los días no festivos, permaneciendo hasta las cuatro los festivos. Las discotecas, gracias a la ampliación, han podido mantenerse abiertas hasta las siete de la mañana.

La UPLT desarrolla el marco legal de aplicación en este asunto y sostiene que la ampliación de horarios es competencia, según el caso, de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía (amparándose para ello en la declaración de Tarifa como municipio turístico) o del Ayuntamiento. Así, la UPLT recuerda que la competencia municipal de ampliar el horario de cierre se limita a que se efectúe de manera ocasional y expresa durante la celebración de fiestas locales, Semana Santa, Navidad u otras fiestas de carácter tradicional, debiendo ser comunicadas a la subdelegación del Gobierno con, al menos, siete días de antelación.

Sin embargo, el sindicato recoge que la ampliación de una hora autorizada en Tarifa este verano no se puede encuadrar dentro de ninguno de los casos antes citados. Así mismo, el sindicato duda que la decisión municipal se haya comunicado a la Junta de Andalucía. "Las modificaciones de carácter temporal deben de ser comunicadas a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, cosa que probablemente no se haya hecho, puesto que no se ha confeccionado por parte de la Administración Local ningún documento que acredite que dicha ampliación estaba autorizada", recoge el escrito en su tercera página, de lo que se desprende que la autorización general hacia el sector se habría realizado de manera verbal.
El sindicato justifica la redacción y presentación del documento en que el alcalde cuente con una herramienta "para poder afrontar aquellas presiones que pueda sufrir (de hecho sabemos que existen esas presiones) por parte de los comerciantes de este gremio". Este diario intentó contactar telefónicamente con el alcalde en varias ocasiones, sin éxito, para conocer su valoración acerca del documento elaborado por el sindicato.

Así, tras desgranar el ámbito legal que resulta de aplicación, el sindicato policial valora los efectos de la medida "sin querer entrometernos en el trabajo que debe desarrollar el actual equipo de Gobierno y con la única intención de poder ayudar".

Los agentes de la Policía Local adscritos a este sindicato critican la decisión por considerar que la ampliación de horarios provoca un efecto llamada hacia el turismo "de desmadre", tal y como se recoge en el documento y la ampliación que acompaña a este artículo.

Finalmente, la UPLT apunta que la ampliación del horario contraviene la recomendación expresada por el subdelegado del Gobierno, Sebastián Saucedo, en la última Junta Local de Seguridad donde el subdelegado expuso a las autoridades tarifeñas que intentaran reducir progresivamente los horarios de cierre de los locales y zonas de ocio atendiendo a un estudio criminalista que apunta a que es a partir de las cinco de la madrugada donde suceden los actos más violentos.

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