viernes, 29 de junio de 2012

UN SERVICIO POLICIAL CONJUNTO PERMITE DETENER A TRES PERSONAS QUE ROBABAN EN EL CLUB GETARES

Un servicio conjunto realizado por la Policía Local de Algeciras y el Cuerpo Nacional de Policía ha permitido detener a tres personas cuando intentaban robar en el interior del Club Getares. Los hechos se produjeron a las siete de la mañana de ayer después de que el encargado de la entidad alertase a las Salas del 091 y 092 de la presencia de varias personas en el interior de las instalaciones que estaban trasladando efectos a un vehículo.

Desplazada hasta el lugar una patrulla de la Policía Local, localizó en el exterior del club a un individuo que presentaba una actitud vigilante, y que al percatarse de la presencia de los agentes intentó huir, siendo retenido. Al preguntarle qué hacía en la zona, dijo que se encontraba dando un paseo, aunque no pudo justificar el hecho de que a su lado se encontrasen, entre otros objetos, un ventilador de pie, un karaoke, un equipo de sonido, altavoces y una videoconsola.

Ya con el apoyo de la Policía Nacional, los efectivos locales entraron en la sede del club, momento en el que dos personas salieron del interior e iniciaron la huida saltando el muro y corriendo por la playa de Getares en dirección al río Pícaro, haciendo caso omiso a las órdenes de alto proferidas por los policías, y ocultándose entre la maleza.
Los funcionarios encontraron finalmente a los delincuentes ocultos en el interior de una zanja. 
Cabe destacar que ambos ofrecieron una fuerte resistencia a la detención, aunque finalmente se procedió a su arresto, siendo los tres identificados como A.G..G., nacido en La Linea y con domicilio en Los Barrios; C.C.B., de 27 años, natural y vecino de Algeciras, y N.A.S., de 24 años, natural de La Línea de la Concepción y domiciliado en Algeciras.

Instrucción 12/V-96 de la DGT: Autorización provisional de circulación


 


viernes, 15 de junio de 2012

Gracias Paco.....


La muerte siempre tiene la capacidad de sorprendernos, no por esperada resulta menos dolorosa, menos lesiva, menos traumática. La sensación de vacio, de ausencia, no por asumida se torna más mansa e inofensiva.

  El cuerpo, tan anestesiado a desastres y sinsabores, se estremece de nuevo ante la realidad de lo imaginado.....en mi profesión, complicada donde las haya, repleta de malos tragos y desagradables encuentros, se valora mucho más a las personas  y se aprecia la dimensión humana de tus compañeros de viaje. Es un inmejorable baremo donde la capacidad y envergadura de los hombres se cuantifica con cierta facilidad.

  Paco era uno de esos veteranos de la vida policial, un decano, de la experiencia asumida en carne propia, un erudito curtido bajo los años de servicio.

  Su aparentemente fragilidad física encerraba una aplastante presencia mental, tras sus pausadas formas se revelaba una tremenda capacidad de recursos, tras su absoluta tranquilidad, una prudencia curtida al calor de la experiencia.

   Saber que Boiso estaba de guardia nos imbuía de una tranquilidad y confianza que sólo ahora, que sabemos que no volverá, somos capaces de valorar al extremo, no había una comparecencia complicada ni un atestado enrevesado que su intervención no solventara para tranquilidad de todos nosotros, su participación era sinónimo de buen hacer, de eficacia y, muchas veces, de orgullo de los que lo rodeaban....un instructor discreto, eficaz, silencioso, prudente, tranquilo, eficiente y sobre todo, sobre cualquier cosa, humano.

   Un referente en su puesto y un ejemplo para los que quisieran ejercer su labor, pues se unía la persona con el profesional y en esta simbiosis, casi equitativa, no hay vencedor posible. Paco era tan buen Policía como persona, tan buena persona como Policía, siendo así, nuestra perdida, la de todos, es doblemente dolorosa, es la verdad, aunque sé que no te hubiese gustado tantos honores, reconocimientos ni profusiones. En tu grandeza eras poco amigo de grandilocuencias y pomposidades, no las necesitabas, jamás las buscaste....todos lo sabemos.

    Dicen que la virtud o dimensión de las personas sólo se puede medir con los recuerdos que dejan atrás.....puedes ir tranquilo, tu vida nos regaló mucho y a muchos, ayudaste al que se acercó y tus conocimientos estaban al servicio de todos, fuiste siempre así de discreto y humildemente generoso.

   Espero que allí arriba haya una inspección de guardia y que, como siempre, al comparecer nos recibas tras el ordenador e inclinando levemente la cabeza nos lances, sobre las gafas, esa mirada brillante e inteligente, nos oigas con tu condescendencia y compresión casi paternal y nos ayudes, como siempre lo hacías, a explicarnos, entendernos a escribir, a vivir....¿sabes? a casi todos nos faltó algo antes de que te marcharas, creo que por algún motivo u otro a muchos se nos quedó en el tintero decirte esto, esta es la voz de los agentes, las personas, los compañeros que nos quedamos con el nudo en la garganta y las ganas de decirte simplemente gracias....GRACIAS!!!....Paco, cada uno de nosotros sabe porqué......

Fdo.: Sergio Vallecillo Tornero

domingo, 10 de junio de 2012

Tardo dos minutos, guardia..

No hay policía de tráfico que no haya oído esa frase salida de la boca de un conductor en algún momento de su labor profesional. Esos dos minutos son la excusa perfecta para abandonar a la buena suerte el vehículo del infractor en lugares, generalmente, más que peligrosos. Y cuando el agente de policía le niega ese ‘derecho’ al sufrido conductor aparece el conflicto. Por una maldita denuncia la situación puede terminar con el infractor detenido por atentado y el policía lesionado. Como decían los veteranos: “policía de muchos atentados, mal policía”. Y es que hoy en día es mejor empatizar, con el diálogo y la estrategia verbal.
Volviendo a los dos minutos, y como decía Alejandro Sanz, “no es lo mismo” estacionar que parar. La ley de seguridad vial dice que la parada es la inmovilización de un vehículo durante un tiempo inferior a dos minutos, sin que el conductor pueda abandonarlo. También dice que la detención se realiza por emergencia (avería), por necesidades de la circulación (atascos) o para cumplir algún precepto reglamentario, como un semáforo en rojo. Finalmente, como es obvio, regula ya por exclusión, que el estacionamiento es la inmovilización de un vehículo que no se encuentra en situación de detención o de parada.
Un minuto, dos minutos, y hasta cinco, son las justificaciones que suelen proferir los infractores, más como exigencia que como solicitud. Pensemos que esos minutos de oro pueden ser vitales para otras personas, y que la ley es para todos. El agente de policía tiene como misión velar por los derechos de todos los ciudadanos, y es que la libertad de una persona suele finalizar cuando comienza la libertad de otra. Es una cuestión de respeto, de la que se aprovechan algunos ‘caraduras’ que acumulan tomos de denuncias que acabarán muchas de ellas en un cajón, pero que bien podrían maquetarse para un libro. Doy fe, a veces pagan justos por pecadores.
También defiendo que no todas las infracciones tienen la misma gravedad y que no todos los infractores tienen que ser denunciados de forma inflexible, pues la misma denuncia duele más a unos que a otros, por cuestiones económicas o laborales. A veces funciona el diálogo para conseguir el arrepentimiento del denunciado. No podrá el lector decirme que eso es prevaricar, que la policía tiene obligación de denunciar todo, porque eso es imposible, y más si tenemos en cuenta lo que dice la ley, que los Agentes de la Autoridad encargados de la vigilancia del tráfico deberán denunciar las infracciones que observen cuando ejerzan funciones de vigilancia y control de la seguridad vial. Mire usted, eso es materialmente imposible, me parece un defecto de ley, y nadie se ha preocupado en corregirlo. Bastaría con cambiar la palabra ‘deberán’ por ‘podrán’.
Y para terminar, mi deseo es que el infractor reflexione. Cuando le denuncian y hay más vehículos estacionados en el mismo lugar, su deseo es que sean ‘castigados’ también, nunca he llegado a entender este comportamiento tan mezquino de los humanos.
De la grúa mejor escribo otro día.



miércoles, 6 de junio de 2012

La Policía Local de Algeciras interviene más de 26 kilos de hachís en el interior de un coche

Agentes de la Policía Local de Algeciras han intervenido un total de 26,585 kilogramos de hachís que se encontraban ocultos en el interior de un vehículo estacionado de manera indebida en la zona de Sotorrebolo.

El servicio se inició con la llamada de un ciudadano a la Sala del 092 dando aviso de que un automóvil Citroen C-5 se encontraba aparcado a la entrada de una urbanización privada, por lo que impedía la normal entrada y salida de otros coches, y que el turismo en cuestión tenía las ventanillas bajadas, por lo que sospechaba que pudiese haber sido robado previamente.

Los agentes actuantes se desplazaron hasta el lugar y comprobaron que una de las ventanillas se encontraba bajada, que las puertas estaban cerradas pero sin seguro, el aparato reproductor de música había sido desencajado, la guantera abierta y la documentación esparcida por el suelo, por lo que accedieron a su interior para averiguar la identidad del propietario, comprobando que en la guantera había un doble fondo que ocultaba uno de los paquetes de droga.

Ante este hecho, los policías registraron el vehículo de forma minuciosa, encontrando dobles fondos en el maletero, en los respaldos de los asientos traseros y en el salpicadero, localizando un total de 73 paquetes de droga, procediendo a la retirada del vehículo.

La Policía Local puso la droga intervenida y las diligencias instruidas a disposición de la autoridad judicial a efectos de que se continuasen las investigaciones.


 LA POLICÍA LOCAL DETIENE A DOS PERSONAS, UNA DE ELLAS BUSCADA POR UN DELITO DE ABUSOS SEXUALES

Agentes de la Policía Local de Algeciras adscritos al Plan de Barrios han detenido en las dos últimas horas a dos personas, una de ellas buscada por un delito de abusos sexuales, según han informado desde la Jefatura del Cuerpo.

Este arresto se produjo después de que una patrulla que se encontraba de servicio en la Avenida Virgen del Carmen se percató de la presencia de un vehículo estacionado en doble fila, sin que su conductor estuviese a bordo. Cuando los funcionarios procedían a interponer el boletín de denuncia llegó una persona que dijo ser el propietario del coche.

Fue en ese momento cuando al comprobar su documentación a través de las correspondientes aplicaciones informáticas cuando se constató que sobre este individuo pesaba una orden de detención y presentación emitida por el Juzgado de Instrucción número 6 de Granada, por lo que se procedió a la detención de A.B.M., de 24 años de edad y domiciliado en Ceuta.

OTRA DETENCIÓN
 
La otra detención se produjo después de que una dotación policial que patrullaba por la calle Hernando de Soto advirtiese la presencia de un vehículo estacionado de forma indebida sobre la acera, presentando sus puertas cerradas sin llave. Los policías comprobaron que el coche carecía de seguro obligatorio y que no había pasado la Inspección Técnica de Vehículos, por lo que después de tratar de encontrar a su propietario sin resultados, se solicitó la presencia de la grúa municipal para su retirada.

Cuando el coche ya estaba siendo alzado por la grúa se presentó en el lugar un varón vestido únicamente con un pantalón vaquero corto, es decir, sin camisa ni calzado, que entró en el coche manifestando ser usuario del mismo y negándose a bajar del mismo, a pesar de los requerimientos de los agentes para que lo hiciese, momento en el que apareció una mujer que reclamó a la patrulla que dejase tranquila a esta persona.

En ese momento, el varón, cuando el vehículo estaba ya alzado por la grúa, intentó arrancarlo por lo que en prevención de daños mayores, uno de los agentes intentó sacarlo del coche, siendo agredido e insultado por el arrestado, que emprendió la huida para refugiarse en una vivienda de la calle Ponce de León, de cuyo interior salió minutos después de forma voluntaria.

Cuando ya se encontraba en la calle,  la mujer salió de casa con ropa para que se visitiera, por lo que se procedió a la identificación de ambos, resultando ser el varón L.S.F., de 45 años de edad, natural de Barcelona y domiciliado en Algeciras, sobre el que pesaba una orden de alejamiento de 500 metros de la mujer que le ayudaba, emitida por el Juzgado de lo Penal número 1 de la ciudad por un delito de malos tratos físicos en el ámbito familiar, por lo que se procedió a su detención por los hechos relatados.