Como yo lo único que soy es un modesto ’contador de historias’, os voy a contar una que presencié no hace mucho en el Centro de Granada. Una pareja de la Policía Local deja una multa en el limpiaparabrisas de un coche que está aparcado en doble en fila.
La calle es estrecha y se ha montado un follón considerable por culpa de incívico conductor. Antes de que la patrulla se retire, llegan los dueños del automóvil. Son un chico y una chica bastante jóvenes. Piden a los guardias que le quiten la multa, que ’sólo han sido cinco minutos’, una frase que hemos pronunciado todos alguna vez para ver si cuela. En este caso, no coló.
Muy alterada, la pareja se sube al coche e intenta irse de malos modos. Los agentes le dicen al conductor que tenga cuidado, que vaya despacio que va a tirar sus motocicletas. Ni caso. El coche da bruscos acelerones y los policías han de apartarse para no ser atropellados. La situación ya pasa de castaño a oscuro y los guardias exigen al joven que salga del coche. Se niega y acelera. Uno de los policías queda colgado de la ventanilla del vehículo al intentar quitarle las llaves.
El automóvil se detiene tras avanzar unos cuantos metros a trancas y barrancas. Los agentes insisten y exigen al chaval que salga del coche. Éste se resiste e insulta a los agentes. Llegan más policías. El follonero sigue pegando gritos. En esto su pareja, sale del coche pegando voces. “¡Dejadle en paz. dejadle en paz!”, grita mientras da manotazos a diestro y siniestro. Los policías se quitan de encima a la chica como pueden. Se defienden. Entonces va ella y chilla triunfante. “¡No me toques, que soy menor! ¡Si me tocas, te denuncio, que soy menor!”.
Moraleja: Como dice don Emilio, nuestros niños se saben todos los derechos, pero ningún deber.
Emilio Calatayud Pérez (Ciudad Real, 22 de diciembre de 1955) es un magistrado español, juez de menores de Granada conocido por sus sentencias ejemplares.
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