"DEBERÍAMOS DE SER MÁS CORPORATIVOS Y PONER OBSTÁCULOS A LOS SINDICATOS PEQUEÑOS"
Estas palabras salen de la boca del señor Cándido Méndez, máximo jefe de UGT, en una entrevista publicada el pasado 14 de Diciembre de 2008 en el diario Las Provincias.es.
Periodista: -¿Está bien adaptado a estos tiempos el movimiento sindical?
Cándido Méndez: -En la actualidad, el movimiento obrero ha traspasado la dimensión internacional. En la Confederación Europea de Sindicatos y en la Confederación Sindical Internacional, vanguardia del sindicalismo mundial, se sigue con mucha atención el movimiento español. En el marco de la globalización es imposible defender a los trabajadores si te recluyes en el ámbito nacional. Es injusto decir que sólo defendemos a los trabajadores con empleo fijo, porque todos los años nos peleamos por subir más las pensiones no contributivas y el salario mínimo interprofesional. En cualquier caso, creo que desde CCOO y UGT debiéramos ser un poco más corporativos para obstaculizar el nacimiento de sindicatos pequeños, como ocurre en las administraciones públicas o con los pilotos de las líneas aéreas.
Esta sentencia, tan profunda, deja ver una forma de actuar que los sindicatos pequeños venimos padeciendo desde siempre, pero parece que cada vez le preocupamos más a este todopoderoso señor. La vida nos enseña cada día cosas nuevas, pero hay quien no se quiere enterar, quien prefiere no oír, no ver, pero no dejan de hablar. En este caso los sindicatos pequeños hemos nacido por la necesidad de defensa de los trabajadores por sindicatos independientes y honestos, ante la desidia de los sindicatos acomodados en el poder y la subvención, ante el hartazgo de sindicatos viveros de partidos políticos que utilizan a los trabajadores como mercancía.
La frase encierra una forma de actuar que lejos de ser el ideal de un sindicato, es decir, defender a los trabajadores, persigue el ideal de un antidemócrata. Grandes sumas de dinero de todos nosotros puesta a disposición de un oscuro fin. Pero ya empezaron hace tiempo con los porcentajes para obtener representación, poniéndonos el listón muy alto, siguieron con la aprobación del Estatuto Básico, donde se mezclan laborales y funcionarios para conseguir el objetivo que ahora sin pudor proclama poner obstáculos.
Los ciudadanos estan hartos de tener que mantener a estos sindicatos que entre subvenciones y formación manejan cantidades multimillonarias, sindicatos que se muestran inútiles ante una situación desesperada de millones de trabajadores y los que les preocupa al jefe de UGT son los sindicatos pequeños.
Hasta ahora, el sindicalismo independiente en todos los campos (policías, bomberos, sanidad, enseñanza, prisiones, etc...) se ha multiplicado y la estrategia de UGT ha fracasado, ahora cambian la estrategia por la llamada Caballo de Troya, que consiste en crear sindicatos teledirigidos con disfraz de corporativo que resten fuerza a los sindicatos pequeños.
¿Para cuando dejarán de vivir de las subvenciones y vivirán solo de las cuotas de los afiliados?
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