Miles de policías nacionales se manifestaron ayer (14/03/09) en el centro de Madrid para exigir al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, su equiparación salarial con los agentes autonómicos y locales. La concentración estuvo encabezada por cuatro maniquíes, uno de ellos vestido de guardia civil, con la boca tapada por un esparadrapo y un cartel colgado del cuello en el que podía leerse "Yo cobro menos y sin derechos". Los agentes del instituto armado no participaron en la marcha por las sanciones que recibieron en octubre del año pasado por haberse manifestado.
La protesta, a la que han acudido unas 12.000 personas -cifra que los organizadores elevan a 25.000 e Interior rebaja a 7.000- comenzó a mediodía en la glorieta de Rubén Darío con una sonora pitada. La marcha transcurrió sin problemas por las calles de la ciudad aunque con mucho ruido, sobre todo al pasar frente a la sede del Ministerio del Interior, donde se colocó una traca y los manifestantes pidieron insistentemente la dimisión del ministro. Le cantaron "Rubalcaba, la poli no te traga". En el cielo sobrevolaba un gran globo blanco con el lema Policía en conflicto. Los agentes aseguran que cobran unos 500 euros mensuales menos que los Mossos d'Esquadra o la Policía Local, y se quejan también de los turnos de 12 horas de servicio continuado que realizan.
La marcha llegó a la plaza de Colón sobre las dos de la tarde. "La hostia, los maderos armando follón y nosotros, los cacos, tomando el sol", bromeaba un hombre de barba larga, sentado en un banco de Colón junto a otros tres compañeros de vino tinto y litronas. El lugar se abarrotó en pocos segundos de manifestantes llegados de toda España -con cencerros, trompetas y petardos- al grito de los organizadores, que no querían ver "ningún claro en la plaza". "Para que después no diga el ministro que somos cuatro gatos", se oía por la megafonía. Allí, la líder de UPyD, Rosa Díez, leyó un manifiesto de los sindicatos policiales convocantes (SUP, CEP, UFP y SPP) en el que acusaba a Rubalcaba de protagonizar "el mayor retroceso en derechos sindicales de toda la democracia". En medio del griterío, un agente barcelonés comentaba que "la calle curte". "Te juegas la vida. No nos pueden tratar como gente de segunda. Nuestro trabajo es muy importante".
El Ministerio del Interior, a través de un comunicado, reiteró que la crisis y la austeridad presupuestaria hacen "muy difícil" asumir las demandas que plantean los policías. Los sindicatos propusieron ante eso sentarse a negociar ahora y esperar varios años para la subida de salario.
La marcha llegó a la plaza de Colón sobre las dos de la tarde. "La hostia, los maderos armando follón y nosotros, los cacos, tomando el sol", bromeaba un hombre de barba larga, sentado en un banco de Colón junto a otros tres compañeros de vino tinto y litronas. El lugar se abarrotó en pocos segundos de manifestantes llegados de toda España -con cencerros, trompetas y petardos- al grito de los organizadores, que no querían ver "ningún claro en la plaza". "Para que después no diga el ministro que somos cuatro gatos", se oía por la megafonía. Allí, la líder de UPyD, Rosa Díez, leyó un manifiesto de los sindicatos policiales convocantes (SUP, CEP, UFP y SPP) en el que acusaba a Rubalcaba de protagonizar "el mayor retroceso en derechos sindicales de toda la democracia". En medio del griterío, un agente barcelonés comentaba que "la calle curte". "Te juegas la vida. No nos pueden tratar como gente de segunda. Nuestro trabajo es muy importante".
El Ministerio del Interior, a través de un comunicado, reiteró que la crisis y la austeridad presupuestaria hacen "muy difícil" asumir las demandas que plantean los policías. Los sindicatos propusieron ante eso sentarse a negociar ahora y esperar varios años para la subida de salario.
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