Una sentencia exime a los agentes locales de Siero de transportar vallas y señales y de abrir y cerrar el registro, el consistorio, la plaza de abastos y el mercado de ganados.
Lo que comenzó el pasado mes de abril como una anécdota, tras la pérdida de las llaves para abrir la plaza de abastos de Pola de Siero, terminó en un fallo judicial que eximirá a los agentes locales de abrir y cerrar los inmuebles públicos del concejo. La medida obligará al ayuntamiento a iniciar la búsqueda de personal, o al menos de un sereno, para poder abrir y cerrar los edificios municipales de Siero.
A esta tarea se sumará la de contar con un responsable que mantenga abierto el registro municipal todos los sábados, además de disponer de personal para el traslado de bolardos, señales, vallas e indicaciones de tráfico. Al menos esto es lo que ocurrirá en los próximos días tras la sentencia judicial que exime a los agentes de la policía local de abrir y cerrar diariamente los locales municipales y las oficinas del registro cada sábado. El fallo judicial emitido por la sala número cuatro del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Oviedo también dejó claro que los agentes no deberán transportar, colocar, ni retirar bolardos, vallas o señales.
La sentencia que no será recurrida por el ayuntamiento, como reconoció el alcalde en funciones Angel García, fue valorada de forma muy positiva por los integrantes del Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA) que creen que "sentará un precedente a nivel regional".
El fallo declaró nula la resolución de alcaldía, del pasado 17 de abril, según la cual los policías locales estaban obligados a abrir el registro municipal los sábados, además de tener que abrir y cerrar, diariamente, la casa consistorial, la plaza de abastos y el mercado de ganados, entre otros edificios públicos. En el primer caso, la sentencia basó su decisión en que "con el fin de economizar medios personales no se duda en utilizar, de manera sistemática, los servicios de la policía local cuando no se trata de funciones que propiamente le corresponda". Respecto a la apertura y cierre del resto de instalaciones municipales, el fallo matiza que "estas tareas no están vinculadas a la misión de vigilancia" que es la que le corresponde ejercer a la policía. Dependiendo de cada caso, los agentes podrán requerir el auxilio de personal especializado para proceder al transporte, ubicación o retirada de los bolardos, vallas y señales. El fallo no deja de recoger que tales actuaciones subsidiarias y ocasionales de la regulación del tráfico, en un municipio especialmente relevante de nuestra región, "debería contar con el personal cualificado y especializado al respecto".
Los agentes mostraron su satisfacción por la victoria conseguida ante el equipo de Gobierno municipal. A partir de ahora, los policías sólo deberán ejecutar aquellas funciones que les competen como proteger a las autoridades locales, además de custodiar, que no abrir ni cerrar, los edificios municipales.
Su segunda misión no será otra más que ordenar, señalizar y dirigir el tráfico en el casco urbano. Instruir atestados por accidentes de circulación, ejercer como policía administrativa, la prestación de auxilio, vigilar los espacios públicos y cooperar con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado son el resto de competencias a las que deberán atender los agentes. Ahora sólo resta conocer quien será el responsable de asumir las funciones que hasta el momento desempeñaba la policía.
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